La semana pasada compartí un ejercicio maravilloso para entrenar nuestra mente en el pensamiento positivo. Pero quizá ya lo has intentado y te has dado cuenta de que no es tan fácil levantarse un día y decir: “¡a partir de hoy voy a ser optimista!” ✨
¿Por qué? Porque cuando decidimos cambiar y empezar a pensar de una manera más positiva, aparecen las famosas resistencias al cambio.
🚧 ¿Qué son las resistencias al cambio?
Son ideas o sentimientos que nos desmotivan y que, si no los reconocemos, pueden hacernos abandonar nuestros objetivos. Y no es que seas débil o incapaz: ¡es algo normal! Todos las tenemos.
Imagina que decides entrenar tus abdominales. El simple hecho de tomar la decisión no hace que aparezcan los resultados. Hay que entrenar cada día, esforzarse, incluso soltar algunos hábitos que no ayudan. Lo mismo pasa con la mente: para fortalecerla en positivo hay que trabajarla todos los días.
Y claro, al principio aparecen las resistencias. Pero quiero que entiendas esto: cuanto más fuerte es la resistencia, más importante es el cambio que tienes que hacer. 🌱
🌸 Tipos de resistencias más comunes
1️⃣ Incredulidad:
“Esto no sirve”, “es una tontería”.
Es normal porque llevamos años pensando de la misma manera. Pero recuerda: crear nuevas conexiones en tu cerebro requiere práctica y paciencia.
2️⃣ Inseguridad:
“Yo no puedo”, “soy muy mayor”.
A muchas personas les da miedo no estar preparadas para lo nuevo. Prefieren quedarse con lo conocido, aunque no sean felices. Si logras atravesar esta resistencia, tu autoestima se fortalecerá enormemente.
3️⃣ Envidia:
“Ella está bien porque tuvo suerte”, “seguro que hizo trampa”.
En lugar de compararte, usa esa inspiración como motor: “Si ella pudo, yo también puedo.”
4️⃣ Impaciencia:
“Lo quiero ya, y lo quiero ayer”.
Tu mente te pide abandonar porque los resultados no son inmediatos. Pero cada paso, por pequeño que parezca, te acerca al objetivo.
🌱 Usa las resistencias a tu favor
Lo verdaderamente poderoso de las resistencias es que no son enemigas, sino maestras disfrazadas. Cada vez que aparece la incredulidad, la inseguridad o la impaciencia, es una señal de que has tocado un punto clave de tu vida que necesita tu atención.
El primer paso es ponerle nombre a lo que sientes. Por ejemplo: “Creo que no merezco ser feliz hasta que logre tal cosa.” Al reconocerlo, sacas esa emoción de la sombra y la llevas a la zona racional, donde tú tienes el control.
El segundo paso es reemplazar la creencia limitante por una afirmación que te sostenga. Siguiendo el ejemplo anterior, puedes decirte: “Merezco ser feliz aquí y ahora, independientemente de los logros que alcance.”
Yo misma he pasado por ahí. He sentido miedo, estrés o incluso la tentación de culpar a otros cuando descubro un área en la que debo trabajar. Pero con el tiempo entendí que ese malestar no es un obstáculo: es una brújula que me señala el lugar exacto donde puedo crecer y transformarme.
🙌 Afirmación poderosa
Repítela cada día, con fe y amor hacia ti misma:
"Estoy dispuesta a cambiar. Me libero de todas las resistencias mentales que me frenan. Sé que cuando mi mente se expande hacia la felicidad, mi vida también lo hace. Cada resistencia que aparece es una señal de crecimiento y una oportunidad para evolucionar. Tengo el poder de mi vida y elijo ser feliz."
💖 Reflexión final
No te castigues por tener resistencias. Abrázalas como parte del proceso y utilízalas para descubrir dónde necesitas trabajar más. Te aseguro que si persistes, verás resultados maravillosos en tu vida y en tu manera de relacionarte contigo misma y con los demás.
Gracias por estar aquí peregrino/a 🙏✨. Te envío todo el amor del mundo.
Recuerda Repartir Alegria💗
