Muchos rasgos de tu personalidad, así como las decisiones que tomas, están íntimamente ligados a tus experiencias pasadas, creencias y valores adquiridos de tu entorno a lo largo de la vida. Dado que vivimos día tras día con nuestros patrones de conducta, es fácil pensar "es que yo soy así". Pero lo cierto es que tu subconsciente puede estar jugando una mala pasada. Esas decisiones y comportamientos que no te representan y son fruto de tus creencias, valores y experiencias pasadas pueden hacerte desarrollar una conducta y toma de decisiones que no apoyan tu verdadera personalidad y forma de ser. Estos patrones pueden hacerte sentir un vacío interior, ese sentimiento de ir en contra de ti misma.
Existen muchos roles que la sociedad, y a veces nuestra familia, nos asignan a lo largo de nuestra vida, y nosotros, desde niños, les creemos: la despistada, la llorona, la niña buena, la rebelde... ¿Qué rol tienes asimilado como parte de tu personalidad? ¿Crees que ese rol te apoya para avanzar en tu vida, o por el contrario te hace sentir inferior y/o limitada? En la infancia, al asimilar estos roles y pensamientos limitantes, desarrollas unas pautas de conducta y toma de decisiones que te hacen sentir segura, aunque te causen dolor.
En mi caso, siempre fui la niña buena de la casa, la que se responsabiliza de todo y de todos. Adquirí el rol de la cuidadora de mi familia. ¿Crees que alguien me ha agradecido algo? No, pasó a ser mi responsabilidad, lo que todos esperaban de mí. Siempre he puesto a los demás por delante de mí, y si no lo hacia, me sientia egoísta, me sientia mala persona. Siempre me he sentido rechazada, incluso por mis padres, y he sentido que nunca nada de lo que hago es suficiente. Solía llevar esa capa de superhéroe para ayudar a todos (aunque no me pidieran ayuda) incluso por encima de mi propio bienestar. Esto siempre me ha hecho sentir un vacío enorme y un sentimiento grande de frustración y malestar. En cuanto a la sociedad, nadie esperaba nada de mí, ni siquiea yo misma. ¿Qué se podía esperar de una niña pobre, que creció en un barrio marginal y en una familia disfuncional? Nadie, ni siquiera mi familia, esperaba nada especial de mí, y yo les creí. Afortunadamente, mi curiosidad y espíritu de lucha ganaron al miedo. Llevo años limpiando mi "casa" emocional para crear un clima dentro de mí que me apoye y me ayude a alcanzar mis sueños, y lo más importante, descubrir quién soy realmente.
Ahora, como adulto, es fundamental identificar estos roles y pensamientos limitantes que te crean dolor y sufrimiento; además, te encasillan y te impiden alcanzar tu máximo potencial. Quizás la experiencia familiar y/o social de otras personas es distinta a la tuya, pero el hecho de que otros no experimenten las circunstancias de la misma forma que tú no invalida tus sentimientos. Lo que tú sientes es importante.
Desde la aceptación y la compasión por ti misma, te invito a que escribas sobre el sufrimiento que te causan esos sentimientos y creencias limitantes adquiridas sobre ti misma y sobre el mundo. Sin filtros, solo déjalo salir. Lo que escribas es solo para ti. Reconocer y aceptar este dolor es el primer paso para la sanación; por el contrario, la negación del mismo, el pensar "todo está bien", solo crea más sufrimiento.
Preguntas para considerar cuando escribas:
- Describe tus pensamientos limitantes, roles asignados, etc. Escribe sobre cómo te hacen sentir. Libera tu enfado, tristeza, rabia... plasma en el papel todo aquello que necesitas sacar.
- ¿Cuáles son los comportamientos, decisiones y otras afecciones fruto de esta pauta de pensamientos limitantes?
- Crea un plan de acción para sanar estos sentimientos. Es fundamental que pidas la ayuda de un profesional.
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