20 ago 2024

La Primera Comunión de mi Hijo: Una Odisea de Risas y Desastres


Si alguna vez te has preguntado qué podría salir mal al planear la Primera Comunión de tu hijo en un pequeño pueblo español, ¡prepárate para reír, llorar y sentirte afortunado de no haber estado en mis zapatos!

Mi marido y yo siempre soñamos con celebrar la Primera Comunión de nuestro hijo en Hinojal, Cáceres, el pintoresco pueblo donde creció mi suegro y donde nuestro hijo pasa los veranos. ¡Qué mejor lugar para un día tan especial! Rodeado de amigos, primos y esa magia rural que solo los abuelos pueden ofrecer. Claro, había un pequeño detalle: mis suegros viven en Barcelona, nosotros en Houston, y Hinojal es... bueno, digamos que está en medio de la nada. Pero, ¿qué podía salir mal? ¡Spoiler: todo!

Las Aventuras Comienzan: A Contrarreloj

Empezamos bien, todo se veía perfecto. Un mes antes del gran día, mis suegros visitaron al párroco de Hinojal. Las comuniones en España son en Mayo, pero con suerte y un poco de magia rural, el párroco aceptó celebrar la misa en Agosto. ¡Estábamos en marcha! Incluso encontramos a una señora del pueblo cercano dispuesta a preparar la comida para el evento. Todo bajo control... o eso creíamos.

El 8 de julio llegó con un regalo inesperado: el huracán Beryl, que decidió pasar por Houston como quien no quiere la cosa, dejando nuestro patio trasero en un estado lamentable. Con vientos de más de 100 km/h, nos vimos atrapados en una pesadilla de reparaciones, seguros y albañiles. Para colmo, ese mismo día nos llegó la noticia de que un familiar cercano estaba en cirugía de emergencia por un trombo en la pierna, y otro ingresado con COVID. ¿Qué más podía pasar? ¡Espera, que hay más!

Las Peripecias No Terminan: Una Pierna Escayolada y Lluvias Eternas

Cuando finalmente los albañiles terminaron, la madre naturaleza decidió regalarnos 10 días de lluvia ininterrumpida. ¿Limpiar, pintar y reparar antes del viaje? Misión imposible. Aun así, me prometí mantener la calma. Mis familiares estaban fuera de peligro, y habíamos sobrevivido a un huracán. ¡Podía con esto! Claro, hasta que llegó la gota que colmó el vaso.

Cuando porfin pudimos limpiar y pintar, en el momento que mas rededamos estabamos en la tarea, la señora que iba a preparar la comida del evento me envió un mensaje con la foto de una pierna escayolada hasta la ingle: "Me he roto la pierna, no os puedo preparar la comunión". ¡Socorro! Con solo 15 días para la comunión y los invitados ya confirmados, empezamos a buscar desesperadamente otro restaurante. ¡Y lo encontramos! El mismo día que llamamos, estaban enterrando al fundador, pero, milagrosamente, aceptaron organizar el evento, aunque el responsable se iba de vacaciones. Bueno, al menos teníamos un plan... o eso parecía.

Un Vuelo Inolvidable y un Traje Olvidado

El día del vuelo a España llegó, y con él, más problemas. Nuestro avión tuvo fallas y nos quedamos una noche en Nueva York. "Bueno, al menos podremos pasear por la Gran Manzana", pensé. ¡Error! Nos despertamos con lluvia y frío. Así que ahí estaba yo, viendo la lluvia desde una ventana de hotel, lejos de Houston y aún más lejos de España.

Dos días después, ¡al fin en España! Recogimos a mi hermano para pasar un par de días en la playa. Todo iba bien hasta que, justo cuando estábamos a punto de despedirnos y conducir cuatro horas hasta nuestro próximo destino, recibimos una llamada del hotel: ¡Nos habíamos dejado el traje de comunión! ¿Otra vez de vuelta? ¡Venga ya!

El Gran Día: Una Montaña Rusa de Contratiempos

Después de días de locura y ajetreo, llegamos a Hinojal. Cuatro días antes del evento, le probamos el traje de comunión en mi hijo... ¡y le quedaba grande! ¿Es en serio? Con solo unos días para la gran celebración, nos lanzamos a la caza de un nuevo traje. Y cuando parecía que todo estaba finalmente en su lugar, el día antes de la comunión, ¡el párroco se puso enfermo! ¡Más sorpresas! Otro sacerdote tuvo que encargarse de la misa.
 
El gran día finalmente llegó, y contra todo pronóstico, fue perfecto. Familia, amigos, y lo más importante, mi hijo estaba feliz. Pero claro, no podía terminar sin un toque de comedia: uno de los invitados sufrió diarrea y tuvo un 'accidente', y uno de los niños terminó vomitando. Afortunadamente, no tuve que entrar en el baño de caballeros!

Lección Aprendida: La Paciencia es una Virtud (Que Estoy Aprendiendo)

¿Moraleja? A veces, la vida te da lecciones de paciencia de las formas más inesperadas. A pesar de todos los contratiempos, mi hijo me regaló las palabras más dulces: "Mamá, me lo he pasado muy bien en la comunión". Y al final, eso es lo único que importa. Aunque, espero que la próxima gran celebración venga con menos sorpresas y, por favor, ¡sin diarreas ni vómitos!

Fin de la historia... o eso espero.



6 ago 2024

Elimina tu Dolor Heredado



A menudo, nuestras emociones no solo son producto de nuestras experiencias personales, sino también de las historias y heridas no resueltas de nuestras familias. La brecha emocional heredada se manifiesta cuando las experiencias emocionales no procesadas de nuestros antepasados afectan nuestras propias vidas. Esto puede incluir traumas, miedos, ansiedades, e incluso comportamientos que parecen inexplicables en el contexto de nuestras experiencias personales. Estos patrones, aunque en alguna circunstancias pueden tener un factor genetico,  se transmiten principalemente a través de la educación y las interacciones familiares y sociales. 

Entender y gestionar esta herencia es crucial para nuestra sanación y crecimiento personal. Los pasos para reconocer y tratar esta brecha "existencial" se detallan a continuacion. Sim embargo, hay que entender que estos pasos no son lineales y que se sustentan los unos en los otros. 

1. Reconociendo la Brecha Emocional

El primer paso para gestionar la brecha emocional heredada es reconocer su existencia. Aquí hay algunas señales de que podrías estar lidiando con emociones heredadas:

 Patrones Repetitivos: 
Te encuentras repitiendo los mismos comportamientos o enfrentando las mismas luchas emocionales que tus padres o abuelos. Cuales son estos comportamientos que tenian tus antepasados y con los que te identifical en tu vida? 
   
Emociones Inexplicables: 
Sientes ansiedad, miedo o tristeza sin una razón aparente que puedas vincular a tus propias experiencias de vida. Como afecta estas emociones a tu vida? 
   
Temas Recurrentes en la Familia: 
Hay temas recurrentes en tu familia, como el abandono, el abuso o la depresión. Como has gestionado a lo largo de tu vida tus necesidades emocionales o traumas del pasado? Como ha afecta esto a tu vida? Que te haria sentir mejor? 

2. Gestionar la Brecha Emocional Heredada
En este paso se trata de liberar nuestras emociones. Posiblemente llevas anos reprimiendo emociones porque de alguna manera no te atreves a expresarlas. Quizas sea porque alguna vez te dijeron que tener ese tipo de emociones no era aceptable o quizas te causan miedo o dolor enfrentarte a ellas. Sin embargo, el alibio que se siente despues de expresar emociones es maravilloso, te hace una mejorada version de ti. 

El punto principal es liberar emociones reprimidas, cuando te atreves a sentir tus emociones, cuando indagas profundo en la raiz del problema para sanar tu pasado y tu vida en general. Las emociones reprimidas afectan de manera inconsciente nuestra toma de deciones, es por eso que sanar tus heridas heredadas te ayudara tambien en dia a dia. Aqui van algunas technicas para gestionar la brecha emocional heredada. 

Autoexploración y Consciencia: Dedica tiempo a explorar tu historia familiar. Habla con tus familiares mayores sobre sus experiencias y observa patrones. Mantén un diario de tus emociones y trata de identificar cuándo parecen surgir sin causa aparente.

Educación y Comprensión: Lee sobre la epigenética y la transmisión de traumas. Entender cómo las experiencias de tus antepasados pueden influir en tus emociones te ayudará a ver tus sentimientos desde una nueva perspectiva.

Terapia y Asesoramiento: Considera trabajar con un terapeuta que tenga experiencia en traumas generacionales. La terapia puede ayudarte a procesar estas emociones heredadas y a desarrollar estrategias para manejarlas.

Prácticas de Mindfulness: La meditación y la atención plena pueden ayudarte a estar más presente y consciente de tus emociones. Practicar mindfulness puede ayudarte a separar tus propios sentimientos de los heredados.

Rituales de Sanación: Participa en rituales que te conecten con tus ancestros y te ayuden a honrar su memoria mientras liberas el dolor asociado. Esto puede incluir ceremonias familiares, la creación de altares o simplemente momentos de reflexión y gratitud.

Escritura Terapéutica: Escribe cartas a tus antepasados expresando tus sentimientos y liberando el dolor que sientes. Aunque estas cartas no se envíen, el acto de escribir puede ser profundamente liberador.

Conexión con la Naturaleza: Pasar tiempo en la naturaleza puede ser muy sanador. La naturaleza nos ayuda a reconectarnos con nosotros mismos y a encontrar un equilibrio emocional.


Sanar la brecha emocional heredada es un viaje continuo que requiere paciencia y compasión hacia uno mismo. Al reconocer y trabajar con estos patrones emocionales, no solo nos liberamos de las cargas del pasado, sino que también prevenimos que estas heridas se transmitan a las futuras generaciones. 

Este proceso nos permite vivir de manera más plena y auténtica, honrando nuestro linaje mientras forjamos nuestro propio camino hacia el bienestar emocional. La sanación comienza contigo y, a través de tu trabajo personal, puedes transformar el legado emocional de tu familia en una fuente de fuerza y resiliencia.

Comparte tus experiencias y pensamientos en los comentarios. Juntos, podemos apoyarnos en este viaje hacia la sanación emocional.

Gracias por leer mi articulo.
¡Que tengas una maravillosa vida!💗

Este blog se fundamenta en mis experiencias personales y en cómo mi infancia ha influido en mi vida, así como en mi actual búsqueda de crecimiento personal. Aunque este contenido puede equipararse al de un profesional de la salud mental, es importante tener en cuenta que no soy uno. Si crees que estás enfrentando problemas mentales o emocionales, te recomiendo encarecidamente que busques ayuda profesional. Personalmente, cuento con una terapeuta excepcional que me brinda un gran apoyo en este proceso que comparto contigo.
Este blog es una exposición de mis percepciones y opiniones personales; por lo tanto, no tiene la intención de brindar ningún tipo de tratamiento o terapia.