¿Qué es la Resiliencia?
La resiliencia va más allá de resistir dificultades. Es un proceso dinámico y personal, influenciado por factores como nuestras experiencias, el entorno social, y los recursos con los que contamos. Diferentes estudios nos ayudan a comprender este fenómeno desde perspectivas enriquecedoras.
Por ejemplo, el artículo "A Stigma-Conscious Framework for Resilience and Posttraumatic Change" de Danielle D. King y su equipo analiza cómo el estigma afecta la capacidad de las personas para superar traumas y crecer. Pero ¿qué es el estigma? Esas etiquetas o juicios que otros nos imponen, basados en nuestra raza, género, religión, clase social, o cualquier característica que nos haga "diferentes". Lo curioso del estigma es que no siempre se ve, pero siempre se siente.
En mi caso, crecí en una familia pobre en el sur de España y sentí el peso del estigma desde muy pequeña. Era "una niña pobre más", una de tantas que, según mi entorno, no tenía nada que aportar. La sociedad esperaba que mi futuro fuera el de "señora de la limpieza", igual que mi madre. Incluso mi profesora de octavo grado me lo dijo: "Vas a terminar fregando escaleras".
Lo cierto es que ni siquiera yo entendía entonces que dentro de mí había resiliencia. Fue algo que descubrí con el tiempo.
El Estigma Dentro de Casa
El estigma no siempre viene de la sociedad; a veces lo encontramos en el lugar donde deberíamos sentirnos más seguros: en casa. Los apodos que nos ponen, como "el vago" o "la traviesa", y las expectativas que depositan en nosotros, o la falta de ellas, moldean nuestra autoestima y visión del mundo. En mi caso, escuchaba con frecuencia: "Tú no vales ni para estar guardada". Estas palabras se quedaron conmigo mucho tiempo, hasta que decidí demostrarme a mí misma que no eran verdad.
La Educación como Puerta de Salida
Si algo he aprendido es que la educación es la clave para romper con la marginalidad y superar el estigma. Hay que llegar a los más jóvenes, especialmente a aquellos en situaciones difíciles, y darles herramientas que les motiven. En mi caso, esa motivación llegó cuando descubrí la enfermería.
Después de terminar octavo grado, no quería seguir estudiando. No conocía a nadie en mi entorno, y menos mujeres, que lo hiciera. Decidí hacer un curso de Auxiliar de Enfermería y ahí me enamoré de esta profesión. La enfermería no solo me dio una razón para estudiar (hoy estoy trabajando en mi doctorado), sino que también me ayudó a encontrarme a mí misma y a darme cuenta de que tengo mucho que ofrecer al mundo.
Historias que Inspiran
Mi historia no es única. Un buen amigo mío, hoy catedrático de física, creció en una familia de agricultores y comenzó su carrera trabajando en un taller de zapatos. Un día, descubrió su pasión por la física, y esa chispa le llevó a cambiar su vida.
Estas historias, junto con investigaciones como las de Bezet et al., que exploran cómo la resiliencia se refleja incluso en la organización de nuestras redes cerebrales, nos muestran que la resiliencia no es un camino uniforme. Cada persona enfrenta desafíos únicos, pero también tiene la capacidad de adaptarse y crecer de formas sorprendentes.
Reflexión Final
La resiliencia no es solo la habilidad de resistir; es un proceso continuo de adaptación y autodescubrimiento. Es la fuerza que nos permite encontrar un propósito incluso en medio de las adversidades. Al comprenderla mejor, podemos construir un mundo donde cada persona tenga la oportunidad de prosperar, independientemente de su punto de partida.
Gracias por acompañarme en este viaje de reflexiones y aprendizajes. Espero que mi experiencia te inspire a descubrir y fortalecer tu propia resiliencia.