31 jul 2024

El Camino hacia la Paz Interior


Estos días he estado lidiando con una gran ansiedad. De hecho, hubo momentos en que sentía que perdía el control sobre mí misma; con taquicardia, dolor de cabeza y dificultad para dormir. Ha sido duro. Hace un año y medio me prometí que me tomaría la vida con más calma, que pondría mi paz como prioridad y que no dejaría que nada me volviera a hacer sentir ansiedad o miedo a perder el control. Sin embargo, el camino de las emociones no es lineal. Desarrollar una nueva faceta en el campo de los sentimientos es como cruzar una cordillera de montañas: para llegar al final, has de subir montañas y luego volverlas a bajar para llegar a la siguiente. Ese es el camino de la gestión emocional, una cordillera de subidas y bajadas, pero cada montaña que subes te hace mas fuerte, una version avanzada de ti misma, en el campo de la gestion emocional. Sin embargo, en mi caso, en esta ocasión me he caído de boca montaña abajo. Te cuento.

El día 8 de julio, el huracán Barryl pasó por mi casa con vientos de más de 120 km/h. El huracán tiró la valla del jardín, levantó tejas y causó otros daños que fueron necesarios arreglar. Dado que me había prometido a mí misma vivir en paz, pase lo que pase, me tome el tema con calma. Los días posteriores fueron un ir y venir de llamadas al seguro, al vecino con el que compartimos la valla, albañiles, etc. El resultado fue que el seguro no nos pagaba nada; todo corría a nuestra cuenta y teniamos que cambiar todo el tejado. En este punto, aunque mi nivel de paz se iba deteriorando, aún me encontraba bastante bien. Todo al final se arreglaria. Finalmente, siguiendo las instrucciones de mi albañil de confianza, arreglamos la valla, podamos un árbol enorme que podría poner en peligro nuestra casa en caso de un huracán más fuerte, y el tejado será reparado, no totalmente cambiado. Hasta ahí todo muy bien.

Cuando por fin, los albañiles terminan su trabajo y todo queda reparado, llega el momento de limpiar y dejar todo como estaba. Es ahí es cuando empezó a llover durante una semana consecutiva. El tema se alarga y mi paciencia se termina al ver pasar un dia de lluvia tras otro. Durante esta semana, ademas, el artículo de investigación en el que tanto he trabajado está atascado con la revista y no recibo noticias al respecto. Los emails de seguimiento solo dicen, en buenas palabras, que tengo que esperar. Además, el convite programado para la comunión del niño se suspende porque la dueña del local se rompe una pierna. Socorro!!!

Pero esto no es todo. Cuando por fin escampa, queda menos de una semana para celebrar mi cumpleaños en casa, por lo que tenemos que alternar el trabajo en la oficina y limpiar tras las obras. En conclusión, la ansiedad me puede y se apodera de mí. Ha sido realmente duro. El estrés me ha hecho trabajar en el jardín de casa cada día hasta las 9 de la noche, desde que salía de trabajar. Estoy muy cansada, pero el hacer, cerrar capítulos, buscar soluciones y, lo que yo llamo, pelearme con la vida o ir contra la corriente, es lo único que calmaba mi ansiedad. ¿Seguro? Lo cierto es que no. Por mucho que hago, trabajo en el patio, trato de solucionar problemas, la ansiedad no para. ¿Qué puedo hacer? No quiero esto, me digo a mí misma. Tengo miedo de que este nivel de ansiedad me produzca una enfermedad.

Esta mañana, al llegar al despacho, no me podía concentrar, un síntoma de estrés y cansancio. Por lo que he dedicado unos minutos a leer el libro "Sanar la herida materna" de Bethany Webster. En su capítulo sobre "El Duelo", ella habla de la importancia de abrazar y aceptar nuestro malestar. Cuando no nos encontramos bien, es humano luchar contra eso. Queremos terminar con lo que sea que nos produce estos sentimientos, sin embargo, esta lucha aún nos crea más malestar. Leer esto ha sido revelador en este momento de mi vida. Realmente lo necesitaba. He visualizado todas las cosas que tengo por hacer: terminar el patio, arreglar el tema de la comunión, el artículo, y otras responsabilidades que dependen de mí. El cuerpo me ha comenzado a temblar, sentía mi estrés directamente en todo el ser y lo he aceptado. Estoy estresada por toda la pila de cosas que tengo que hacer pero he decidido dejar de luchar, solo sentir mi malestar.

Sentir el dolor que llevamos dentro es un acto de resignación. Siempre odié la resignación y mírame ahora, aceptándola. Resignarte a sentir tu dolor puede parecer fácil, pero lo cierto es que es dificilísimo, especialmente cuando va ligado a un miedo irracional. Sin embargo, tu sufrimiento es una puerta, es ahí donde duele donde está la herida que hay que sanar. Al aceptar tu malestar, mientras sientes compasión por ti misma y te tratas con el amor que anhelas, te proporcionas la cura para esa herida.

Ese niño que llevamos dentro, te incita a seguir con los patrones habituales. Seguir actuando de la misma manera, pero eso no te hace avanzar, te hace quedarte ligada al sentimiento de vacío e inequidad constante. Sé que da miedo enfrentarte a tus emociones, pero estás a salvo cuando lo haces. No necesitas compartir tu proceso de sanación con nadie, esto es solo tú, contigo misma (o con la ayuda de un profesional preferiblemente). No hay nada de lo que avergonzarse. Sé que este proceso te hace sentir tonta, pero no lo eres. Eres valiente por enfrentarte a tus miedos e inteligente por saber que esto es lo mejor para ti.

Llevas toda la vida siguiendo todo aquello que te enseñaron, incluso negándote a ti misma para ser aceptada por otros. Sin embargo, tu verdadero yo está ahí, detrás de ese dolor que no te atreves a enfrentar. Tu verdadera identidad te pide que la saques a flote, y este deseo es mayor que cualquier miedo a sufrir. De hecho, cuando sacas a flote tu yo más auténtico, te sientes bien, te sientes plena. Este sentimiento bien merece enfrentarte a todo lo que no te haga sentir de esta manera. Ser consciente de nuestro sufrimiento, sea miedo, anhelo de amor o cualquier otro, hace que salga de ti tu verdadera identidad. Lo más auténtico y maravilloso de ti está tras esa emoción. Tener la valentía de abrazar nuestros sentimientos es el primer paso para deshacerte de ellos y alcanzar tu máximo potencial.

Solo así, al enfrentarte a tu dolor, sin prisas por anestesiarlo, es como creces en la gestión de las emociones. Al abrazar tu malestar, estás subiendo la montaña. Es dura la subida, pero serás más fuerte cuando llegues a la cima. Tu felicidad no está fuera, tu felicidad está dentro de ti, tras todas esas capas de miedos e inseguridades, pero tú puedes hacerla brotar como un manantial de agua constante.

Ejercicio de Autodescubrimiento: Aceptación y Compasión

Encuentra un Lugar Tranquilo: Dedica 10-15 minutos en un lugar donde te sientas cómodo y sin interrupciones.
   
1. Respira Profundamente: Inhala profundamente por la nariz y exhala lentamente por la boca. Repite varias veces hasta sentirte más relajado.
   
2. Identifica tu Malestar: Cierra los ojos y concéntrate en las áreas de tu cuerpo donde sientes tensión o incomodidad. Reconoce estas sensaciones sin juzgarlas.

3 Acepta tus Sentimientos: Permítete sentir cualquier emoción que surja. Repite en tu mente frases como "Está bien sentirme así" o "Acepto este malestar".

4. Practica la Compasión: Imagínate consolando a un amigo que siente lo mismo que tú. ¿Qué le dirías? Luego, dite esas mismas palabras a ti mismo.

5. Escribe en tu Diario: Después del ejercicio, anota tus experiencias y cualquier revelación que hayas tenido. Escribir te ayudará a procesar y entender mejor tus emociones.

Espero que estos ejercicios y reflexiones te ayuden a manejar tu ansiedad y a descubrir tu verdadero yo.

Comparte tus pensamientos y experiencias en los comentarios.
Gracias por leer mi articulo.
¡Que tengas una maravillosa vida!💗

Este blog se fundamenta en mis experiencias personales y en cómo mi infancia ha influido en mi vida, así como en mi actual búsqueda de crecimiento personal. Aunque este contenido puede equipararse al de un profesional de la salud mental, es importante tener en cuenta que no soy uno. Si crees que estás enfrentando problemas mentales o emocionales, te recomiendo encarecidamente que busques ayuda profesional. Personalmente, cuento con una terapeuta excepcional que me brinda un gran apoyo en este proceso que comparto contigo.
Este blog es una exposición de mis percepciones y opiniones personales; por lo tanto, no tiene la intención de brindar ningún tipo de tratamiento o terapia.

26 jul 2024

Descubre Tu Verdadera Identidad


Los seres humanos somos animales sociales. Está en nuestro ADN la necesidad de pertenecer a un grupo para garantizar nuestra supervivencia. Sin embargo, algunos crecemos en sociedades patriarcales, donde se nos infravalora desde niños y donde existen reglas estrictas tanto para hombres como para mujeres. Sociedades donde nadie espera que seas tú misma, sino lo que la sociedad quiere que seas. Esto crea individuos que desarrollan habilidades sociales que, aunque anulan su verdadera personalidad, les procuran un sentimiento de seguridad al sentirse aceptados por la sociedad y al pertenecer a un grupo.

Desafortunadamente, este tipo de personas, entre las que me incluyo, no saben cuál es su verdadera personalidad. Hemos perdido el sentido de nuestra verdadera identidad. Sin embargo, tu auténtica personalidad está ahí, y quiere mostrarse tal y como es. Esto crea conflicto y vacío interior, un sentimiento de negación de nosotros mismos a cambio de ser aceptados por nuestro entorno. La falta de gestión de emociones crea personas que han reprimido sus sentimientos durante años, hasta el punto de utilizar la frase "es que yo soy así", confundiendo nuestra verdadera personalidad con los mecanismos de supervivencia que hemos desarrollado para vivir y ser aceptados en comunidad.

Estas emociones de vacío, tristeza, inseguridad y muchas otras, son las que yo llamo heridas generacionales, porque se transmiten de padres a hijos. Aún hay padres y madres que piensan que dejar al niño mostrar emociones le hará débil, porque eso es lo que ellos aprendieron de pequeños. En muchas familias es normal pegar, humillar y menospreciar a los niños. En ocasiones, los adultos incluso, de manera inconsciente, encuentran en la niña una manera de descargar frustraciones, sin ser conscientes del daño emocional que pueden estar causando. Para muchos, ser padre es únicamente vestir, alimentar y educar a sus hijos. La gestión emocional no entra en la lista de necesidades que el padre o madre tienen que procurar a su prole.

Este y otros ejemplos de crianza tradicionales se basan en la obediencia y en la jerarquización de poderes. Estas son pautas establecidas en muchas sociedades y han sido transmitidas de padres a hijos. En estas sociedades patriarcales, donde el padre es el "cabeza de familia" y a los niños se les infravalora, se crean adultos con numerosos problemas emocionales. Este tipo de educación basada en sociedades patriarcales siempre sitúa a los padres por encima de los hijos en las escalas de poder. Esto puede llevar a problemas familiares y familias desestructuradas, ya que los padres nunca verán a sus hijos adultos como sus iguales, dificultando una relación de adulto a adulto.

Es importante puntualizar que si tus padres crecieron en este tipo de sociedades y nunca aprendieron a gestionar sus emociones, es difícil que pudieran enseñarte a gestionar las tuyas. Probablemente, tus padres te educaron de la forma en que tus abuelos lo hicieron con ellos. Sé que esta afirmación es difícil de imaginar, dado que los abuelos son generalmente generosos y cariñosos, pero el rol de abuelos y nietos es muy diferente a la relación entre padres e hijos.

En el libro "Sanar la Herida Materna" de Bethany Webster, la autora habla de Lindsay C. Gibson, quien identifica los rasgos de personalidad de los individuos que hemos crecido en sociedades patriarcales. Según Webster y Gibson, estos rasgos son los siguientes:
  1. Personas testarudas.
  2. Baja tolerancia al estrés (yo añadiría también la frustración).
  3. Impulsividad para la toma de decisiones.
  4. Tendencia a dejar que las emociones influyan en su toma de decisiones. No objetividad racional.
  5.  Rechazo a lo diferente.
  6. Tendencias egocéntricas (yo añadiría egoístas también).
  7.  Preocupación por ellos mismos.
  8. Falta de empatía.
  9. Necesidad de ser el centro de atención.
  10. Incoherencia y contradicciones emocionales.
  11. Actitud defensiva (personas que lo llevan todo como un ataque personal).
  12. Miedo a afrontar sentimientos.
  13. Emociones intensas y superficiales.
  14. Tendencia al drama para llamar la atención.
  15. Opiniones extremas "todo es blanco o negro".
  16. Tendencia al pensamiento literal.
  17. Obsesión por intelectualizar las cosas.

Yo tengo en torno al 25% de los rasgos de personalidad aquí citados. Sin embargo, hay una buena noticia: a diferencia de otras personas, tú sabes que estos problemas existen en ti, y eso es el primer paso para cambiar y convertirte en una mejor versión de ti misma.

 Ejercicios de Autodescubrimiento

Para comenzar a sanar y descubrir tu verdadera identidad, aquí tienes algunos ejercicios que pueden ayudarte:

1. **Escribir un Diario**: Dedica 15 minutos al día a escribir tus pensamientos y emociones. No te censures; simplemente escribe lo que sientes. Con el tiempo, podrás ver patrones y entender mejor tus emociones.

2. **Meditación y Mindfulness**: Practica la meditación diaria para conectarte contigo mismo. La atención plena te ayuda a ser consciente de tus pensamientos y emociones sin juzgarlos.

3. **Reflexión sobre tus Valores**: Haz una lista de lo que realmente valoras en la vida. Pregúntate si estás viviendo de acuerdo con esos valores. Si no es así, piensa en pequeños cambios que puedes hacer para alinearte con ellos.

4. **Preguntas de Autoconocimiento**:
   - ¿Qué actividades te hacen perder la noción del tiempo?
   - ¿Cuándo te sientes más auténtico y libre?
   - ¿Qué cualidades admiras en otras personas y por qué?

5. **Visualización**: Imagina tu vida ideal. ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo te sientes? Visualizar tu futuro deseado puede darte pistas sobre lo que realmente quieres y necesitas.

6. **Terapia**: Considera la posibilidad de hablar con un terapeuta. Un profesional puede ofrecerte herramientas y perspectivas para entender y sanar tus heridas emocionales.

7. **Autoafirmaciones**: Crea afirmaciones positivas sobre ti mismo y repítelas diariamente. Esto puede ayudarte a reprogramar tu mente y mejorar tu autoestima.

8. **Actividades Creativas**: Dedica tiempo a actividades que te permitan expresarte, como pintar, escribir, bailar o cualquier otra forma de arte. La creatividad puede ayudarte a conectarte con tu yo interior.

9. **Evaluación de Relaciones**: Reflexiona sobre tus relaciones actuales. ¿Te sientes apoyado y aceptado? Si hay relaciones que te hacen sentir mal contigo mismo, considera establecer límites o reevaluar esas conexiones.

10. **Prueba Cosas Nuevas**: Sal de tu zona de confort y prueba actividades nuevas. Esto puede ayudarte a descubrir nuevas pasiones y aspectos de ti mismo que no conocías.


Recuperar tu verdadera identidad y sanar las heridas generacionales es un proceso continuo. La clave es ser paciente contigo mismo y mantenerte comprometido con tu crecimiento personal. Al hacerlo, no solo transformarás tu vida, sino que también crearás un legado de amor propio y autenticidad para las futuras generaciones.

¿Cuál es tu porcentaje de los rasgos mencionados? Me encantaría que compartieras tus comentarios y experiencias.

Gracias por leer mi articulo.
¡Que tengas una maravillosa vida!💗

Este blog se fundamenta en mis experiencias personales y en cómo mi infancia ha influido en mi vida, así como en mi actual búsqueda de crecimiento personal. Aunque este contenido puede equipararse al de un profesional de la salud mental, es importante tener en cuenta que no soy uno. Si crees que estás enfrentando problemas mentales o emocionales, te recomiendo encarecidamente que busques ayuda profesional. Personalmente, cuento con una terapeuta excepcional que me brinda un gran apoyo en este proceso que comparto contigo.
Este blog es una exposición de mis percepciones y opiniones personales; por lo tanto, no tiene la intención de brindar ningún tipo de tratamiento o terapia.

23 jul 2024

Sanar la Brecha en la Crianza: Un Camino hacia la Plenitud


Muchos de nosotros hemos crecido sin un ejemplo claro de un adulto funcional, alguien que se hace cargo de su vida y cuida de su hijo/a. Un adulto que, de manera asertiva pero con seguridad en sí mismo, toma decisiones y se hace responsable de los resultados. Es fundamental para un niño crecer en un entorno donde se sienta seguro, no juzgado, sino aceptado tal y como es. Una niña que crece en un entorno donde se le estimula, donde creen en ella y en todo su potencial; un entorno donde es seguro hablar y te enseñan a gestionar tus emociones. Esto crea una base sólida para un desarrollo saludable. 

La brecha en la crianza es el espacio entre lo que un niño necesita de sus padres y lo que realmente recibe. Esta diferencia puede crear adultos que sufren, que no saben gestionar sus emociones. Adultos que carecen de autoestima, porque en muchas ocasiones durante su infancia fueron ridiculizados y menospreciados. Adultos que sufren de ansiedad, porque en su infancia no se sintieron seguros y hoy encuentran que la vida puede ser una amenaza; y adultos que sufren de depresión, porque el miedo y la inseguridad les ha hecho conformarse con la vida y se sienten vacíos, con falta de realización.

Los niños son pura inocencia. Si les dices que los Reyes Magos, Santa Claus o el Niño Jesús les traerán regalos, te van a creer. Pero, de la misma manera, si les dices que no valen nada, también te van a creer. Tú posiblemente creíste a tus padres. Quizás desde pequeño/a no tuviste otra opción que hacer de "madre/padre" para ti mismo, y eso se traduce en problemas actuales en tus relaciones personales, profesionales y en otras áreas fundamentales de tu vida. 

Sin embargo, es hora de dejar de culpar a tus padres, ellos te trataron como sus padres les trataron a ellos. No sabían hacerlo de otra manera y no pudieron enseñarte o darte lo que ellos no sabían o poseían. Ahora, como adulto funcional, es tu responsabilidad tomar las riendas de tu vida y hacer algo para cambiar tus circunstancias y las de tu prole.

Aquí tienes una lista de aportaciones que es hora que aprendas a darte a ti mismo, y de la misma manera, a dárselas a tus hijos también:

1. **Amor incondicional, compasión y paciencia.** Los que hemos crecido en familias disfuncionales tendemos a ser duros con nosotros mismos, a tener una gran inseguridad que escondemos como podemos. Sin embargo, es hora de empezar a quererte, a perdonarte y a dejar de exigirte más de lo que puedes dar. Este aprendizaje es largo y requiere de paciencia y autocompasión. Muestra tu amor incondicional a tus hijos.

2. **Procura tu seguridad.** Esto va muy ligado a la seguridad en ti mismo. Cuando crees en ti, sabes que encontrarás la salida a cualquier contratiempo que surja, por muy difícil que pueda parecer. Haz sentir seguro a tu hijo/a.

3. **Procúrate aquello que es bueno para ti.** Los que hemos crecido en familias disfuncionales tendemos a adaptarnos a las preferencias de otros por miedo al rechazo. Procúrate aquello que realmente es bueno para ti. De la misma manera, debes estar ahí para tus hijos. Tú eres su recurso más preciado en la vida.

4. **Aprende a gestionar tus emociones.** En este proceso quizás necesites la ayuda de un profesional. Aprende a poner nombre a tus emociones y a manejarlas, evitando emociones descontroladas que no llevan a ningún puerto. Aprende a manejar los problemas con serenidad, escucha activa y empatía. Ayuda a tu hija a gestionar sus emociones y sé un ejemplo a seguir para ella.

5. **Procúrate una vida tranquila, que reafirme tu forma de ser.** Crea esta vida para tu hijo también.

6. **Sé afectuoso contigo mismo, cuídate.** De la misma manera, sé afectuosa con tu hija y hazle sentir tranquila y reafirmada en su persona.

7. **Acepta tus sentimientos y acéptate a ti mismo tal y como eres.** Trabaja el valorarte a ti mismo, reconoce tus emociones. Reconoce las emociones de tu hijo, ayúdale a entender que está bien sentirse de una determinada manera. Hazle sentir comprendido y apoyado.

8. **Celebra y reconoce tus logros y celebra los logros de tus hijos también.** No te compares con nadie; sus circunstancias son diferentes a las tuyas. Solo trabaja por ser una mejor versión de ti cada día.

9. **Aprende, prueba cosas nuevas.** Date ánimos, descansa cuando lo necesites, reconoce tus límites pero trabaja para sobrepasarlos. Sé paciente contigo mismo. Estimula y anima a tus hijos de la misma manera.

10. **Pon límites a otros.** Expresa quién eres y deja saber a los demás los requisitos para tratar contigo. Respeta los límites de tus hijos. Respétate a ti mismo y a tu prole.

La brecha en la crianza puede crear adultos que viven la vida basados en un cúmulo de emociones abrumadoras que no les permite ver la realidad de manera clara y reafirmante. Sin embargo, cuando aprendes a gestionar tus emociones, aprendes a ver la vida de una forma más positiva para ti. El objetivo es resolver aquello que de manera inconsciente te limita en la vida, y te crea miedos e inseguridades. Aquello que proyectas hacia afuera e interfiere en tu vida, de manera inconsciente. Cuando sanas tu brecha en la crianza, aprendes a amar y aceptar a tu ser más auténtico.

¡Que tengas una maravillosa vida!💗

Este blog se fundamenta en mis experiencias personales y en cómo mi infancia ha influido en mi vida, así como en mi actual búsqueda de crecimiento personal. Aunque este contenido puede equipararse al de un profesional de la salud mental, es importante tener en cuenta que no soy uno. Si crees que estás enfrentando problemas mentales o emocionales, te recomiendo encarecidamente que busques ayuda profesional. Personalmente, cuento con una terapeuta excepcional que me brinda un gran apoyo en este proceso que comparto contigo.
Este blog es una exposición de mis percepciones y opiniones personales; por lo tanto, no tiene la intención de brindar ningún tipo de tratamiento o terapia.

19 jul 2024

Reconecta Contigo Mismo.


Muchos de nosotros hemos crecido sin un ejemplo claro de adulto funcional, alguien que se hace cargo de su vida y cuida de su hijo/a de manera adecuada. Un adulto que, de manera asertiva y con seguridad en sí mismo, toma decisiones y se hace responsable de los resultados. Es fundamental crecer con este tipo de ejemplos, alguien que, cuando eres niño/a, te hace sentir seguro/a. Crecer con carencias afectivas y en familias disfuncionales puede dar lugar a numerosos problemas en la edad adulta: ddepresión, ansiedad, dependencia al alto funcionamiento (estar ocupado/a constantemente para no enfrentar emociones), falta de autoestima, y un sinfín más de problemas emocionales difíciles de afrontar.

Reconocer y tratar nuestras carencias emocionales es fundamental porque, aunque no lo sepas, de manera inconsciente afectan a tu toma de decisiones y, por lo tanto, a tu vida. Por eso es crucial indagar hondo y buscar un "porqué". Lleva tiempo, pero cuando lo encuentras, es liberador.

Uno de los ejercicios más completos es escribir sobre tus emociones. Al escribir, obligas a tus pensamientos a ir más lento, lo que te ayuda a focalizarte en tus emociones y no en pensamientos rápidos que van y vienen sin una dirección. Piensa, visualiza tu emoción y escribe sobre ella. Haz preguntas claves que te lleven a indagar hondo. No tengas miedo, estás a salvo. Esto es tuyo y solo para ti, nadie más tiene que saberlo. Ten paciencia y compasión contigo mismo/a. Celebra cada pequeño avance.

Aquí tienes algunos ejemplos de preguntas para reflexionar y ejercicios que te ayudaran en tu dia a dia:
1. ¿Cómo eran los ejemplos de adultos a seguir en tu infancia? ¿Qué comportamientos veías en tu familia y en la sociedad que adquiriste desde pequeño/a?
2. ¿Cómo te afecta a tu vida actual estas pautas heredadas?
3. ¿Qué te ayudaría a (que dependa de ti, no de otros) deshacerte de estas heridas generacionales que te afectan en la actualidad?

Estas son algunas preguntas que te pueden llevar a profundizar en esas emociones y comportamientos que afectan tu día a día. Empezar por estas preguntas puede llevarte a plantearte a ti mismo/a otras claves para indagar en profundidad. Déjame que comparta contigo mi ejemplo sobre una emoción que me venía molestando hoy y necesitaba encontrar su origen. Siempre hay un origen.

Mi problema es que me cuesta hablar de manera asertiva y con confianza en mí misma. Soy una mujer culta, sé cómo comunicarme y lo hago bien. Lo que opinen los demás sobre mí no me importa, digo lo que pienso con respeto. Sin embargo, siempre que hablo, lo hago con miedo. Digo lo que pienso sintiéndome pequeña, lo que le quita fuerza a mi exposición de ideas. ¿Por qué? ¿Cuál es la razón? He empezado a escribir y he hallado la respuesta (no ha sido facil, pero si liberador).

Como ya sabes, crecí en un barrio marginal del sur de España. Aquí, salir a la calle era exponerse a ser agredido físicamente, sin razón, por otra niña (de hecho, es algo que me ocurrió en algunas ocasiones). La mejor manera de mantenerme a salvo era mantener un perfil bajo. No sobresalir. Si alguien me hablaba, yo contestaba como "presa fácil", alguien a quien no te interesa atacar si quieres ser la líder de un grupo de "pandilleras". En mi casa, la situación no mejoraba; a mi padre había que obedecerle inmediatamente y sin opinar, o corrías el riesgo de terminar con el trasero marcado. Como puedes imaginar, esto me ha llevado a ser complaciente y a tener muchas dificultades para hablar de manera asertiva y decir "no". Gracias a este ejercicio, hoy he descubierto que tengo miedo al enfrentamiento. Saber esto es fundamental, porque ahora, cuando hablo con alguien, soy consciente de mi miedo irracional y esto me permite hablar de manera más directa y asertiva.

4. Busca apoyo profesional: Si te sientes abrumado/a por tus emociones y no encuentras alivio, considera buscar ayuda profesional. Un psicólogo o terapeuta puede proporcionarte herramientas y estrategias personalizadas para superar estos momentos difíciles. No hay vergüenza en pedir ayuda, es un acto de valentía y amor propio.

5. Practica la meditación o el mindfulness: Estas prácticas pueden ayudarte a centrarte y calmar tu mente. Incluso unos pocos minutos al día pueden hacer una gran diferencia en cómo te sientes y cómo manejas el estrés.

6. Conéctate con tus seres queridos: Hablar con amigos o familiares de confianza puede ofrecerte una perspectiva diferente y el apoyo emocional que necesitas. No te aísles; compartir tus sentimientos puede ser muy liberador.

Recuerda, que todos llevamos, en mayor o menor medida, heridas generacionales, lo importante es reconocer nuestras emociones, tratarnos con compasión y buscar las herramientas que nos ayuden a sentirnos mejor y a seguir adelante. Ahora, como adulto funcional, es tu responsabilidad ser el ejemplo a seguir.

¡Que tengas una maravillosa vida!💗

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18 jul 2024

Recupera tu Bienestar: Estrategias Efectivas para Superar la Apatía



Todos pasamos por tiempos difíciles. De vez en cuando, todos nos sentimos vacíos, tristes e impotentes. El día a día se nos hace una montaña alta que no tenemos fuerzas para subir. Yo, personalmente, me siento así esta semana. ¡Está siendo horrible! Pero es normal, a todos nos pasa de vez en cuando. Lo importante es conocer y aplicar técnicas que te ayuden a sentirte mejor contigo mismo y con tu entorno.

En estos momentos, hay dos cosas fundamentales:
1. Descansar. El organismo necesita recuperarse, incluidas tus emociones. En estos momentos, procura dormir todo lo que puedas.

2. Aceptar cómo te sientes. No te fuerces a estar contento cuando claramente no lo estás.

Esta semana, que estoy tan apática y falta de energía, he comenzado por aceptar mis sentimientos y priorizar mis necesidades. Les he explicado a mis amigas que necesito espacio y que estaremos algunos días sin hablar. Además, me he saltado la dieta y el ejercicio por dos días. Esos dos días he comido y descansado todo lo que he podido. Yo también tengo trabajo, así que se descansa lo que se puede. Esto es lo que siento que necesito, por lo que esto es lo que me estoy procurando.

Sin embargo, la falta de ejercicio y la comida chatarra alargan estos estados de ánimo. Es fácil entrar en un ciclo de comidas y bebidas ricas en azúcares y grasas que te harán sentir más cansado y deprimido. Por eso hoy, el tercer día, he roto este patrón y he comenzado a implementar medidas para recuperarme, siempre desde la tranquilidad, compasión y aceptación de mis sentimientos. Las medidas que estoy implementando son las siguientes:

1. Comenzar el día con afirmaciones positivas. Esto es algo que hago cada día y ahora más que nunca. Cuando nos sentimos tristes y deprimidos entramos en un círculo de pensamientos negativos en bucle. Llenar nuestra mente con afirmaciones positivas rompe, al menos de manera provisional, el exceso de negatividad.
 
2. Comer poco y muy sano. Hoy se termina la comida chatarra para mí. Créeme, me apetece mucho, pero me apetece más recuperar mi energía y mi bienestar en todos los sentidos. Es también recomendable tomar vitaminas. Las investigaciones muestran que los estados de ánimo apáticos, la ansiedad y el estrés tienden a afectar al sistema inmune también. Es por eso que después de ciertos episodios en la vida, la gente coge algún tipo de infección.

3. Ejercicio: Normalmente levanto pesas y salgo a caminar hasta conseguir mis 10,000 pasos al día. Hasta que me encuentre bien, no me forzaré demasiado, pero como mínimo saldré a dar un paseo. Caminar, si es posible por la naturaleza, ayuda con la secreción de serotonina y te hará sentir mejor poco a poco.

4. Practica la paciencia, contigo mismo y con las circunstancias. Nada dura eternamente, todo pasará de una manera u otra. No tomes decisiones importantes, no hagas nada. En muchas ocasiones, cuando no nos encontramos bien y tratamos de cambiar las cosas, aún tendemos a empeorarlas. Descansa, piensa en ti y en estar bien, independientemente de cuál sea la situación. Cuando vuelvas a estar bien y fuerte, toma los pasos y decisiones que necesites para alcanzar tu objetivo.

5. Habla con alguien de confianza. A veces, compartir cómo nos sentimos con un amigo cercano o un familiar puede aliviar parte del peso que llevamos. No tienes que enfrentarte a todo solo; la compañía y el apoyo emocional pueden ser muy reconfortantes. Para mi esta persona es mi marido, en estos momentos es la unica persona con la que me apetece estar y hablar. Me considero una persona sociable, pero estos dias no lo soy, y he de respetar eso de mi misma tambien. 

6. Busca ayuda profesional si es necesario. Si sientes que la tristeza y el desánimo persisten y no encuentras alivio con estas técnicas, considera hablar con un psicólogo. Un profesional de la salud mental puede proporcionarte estrategias y herramientas específicas para superar estos momentos difíciles y ayudarte a encontrar un camino hacia el bienestar. No hay nada de malo en buscar ayuda, es una muestra de fortaleza y autocuidado.

Recuerda que todos enfrentamos momentos difíciles y es completamente normal sentirnos abrumados a veces. Lo importante es cuidarte a ti mismo y permitirte el tiempo y el espacio para sanar.

¡Que tengas una maravillosa vida!💗

Este blog se fundamenta en mis experiencias personales y en cómo mi infancia ha influido en mi vida, así como en mi actual búsqueda de crecimiento personal. Aunque este contenido puede equipararse al de un profesional de la salud mental, es importante tener en cuenta que no soy uno. Si crees que estás enfrentando problemas mentales o emocionales, te recomiendo encarecidamente que busques ayuda profesional. Personalmente, cuento con una terapeuta excepcional que me brinda un gran apoyo en este proceso que comparto contigo.
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11 jul 2024

Rompe con los Patrones del Pasado y Transforma tu Vida

Muchos rasgos de tu personalidad, así como las decisiones que tomas, están íntimamente ligados a tus experiencias pasadas, creencias y valores adquiridos de tu entorno a lo largo de la vida. Dado que vivimos día tras día con nuestros patrones de conducta, es fácil pensar "es que yo soy así". Pero lo cierto es que tu subconsciente puede estar jugando una mala pasada. Esas decisiones y comportamientos que no te representan y son fruto de tus creencias, valores y experiencias pasadas pueden hacerte desarrollar una conducta y toma de decisiones que no apoyan tu verdadera personalidad y forma de ser. Estos patrones pueden hacerte sentir un vacío interior, ese sentimiento de ir en contra de ti misma.

Existen muchos roles que la sociedad, y a veces nuestra familia, nos asignan a lo largo de nuestra vida, y nosotros, desde niños, les creemos: la despistada, la llorona, la niña buena, la rebelde... ¿Qué rol tienes asimilado como parte de tu personalidad? ¿Crees que ese rol te apoya para avanzar en tu vida, o por el contrario te hace sentir inferior y/o limitada? En la infancia, al asimilar estos roles y pensamientos limitantes, desarrollas unas pautas de conducta y toma de decisiones que te hacen sentir segura, aunque te causen dolor.

En mi caso, siempre fui la niña buena de la casa, la que se responsabiliza de todo y de todos. Adquirí el rol de la cuidadora de mi familia. ¿Crees que alguien me ha agradecido algo? No, pasó a ser mi responsabilidad, lo que todos esperaban de mí. Siempre he puesto a los demás por delante de mí, y si no lo hacia, me sientia egoísta, me sientia mala persona. Siempre me he sentido rechazada, incluso por mis padres, y he sentido que nunca nada de lo que hago es suficiente. Solía llevar esa capa de superhéroe para ayudar a todos (aunque no me pidieran ayuda) incluso por encima de mi propio bienestar. Esto siempre me ha hecho sentir un vacío enorme y un sentimiento grande de frustración y malestar. En cuanto a la sociedad, nadie esperaba nada de mí, ni siquiea yo misma. ¿Qué se podía esperar de una niña pobre, que creció en un barrio marginal y en una familia disfuncional? Nadie, ni siquiera mi familia, esperaba nada especial de mí, y yo les creí. Afortunadamente, mi curiosidad y espíritu de lucha ganaron al miedo. Llevo años limpiando mi "casa" emocional para crear un clima dentro de mí que me apoye y me ayude a alcanzar mis sueños, y lo más importante, descubrir quién soy realmente.

Ahora, como adulto, es fundamental identificar estos roles y pensamientos limitantes que te crean dolor y sufrimiento; además, te encasillan y te impiden alcanzar tu máximo potencial. Quizás la experiencia familiar y/o social de otras personas es distinta a la tuya, pero el hecho de que otros no experimenten las circunstancias de la misma forma que tú no invalida tus sentimientos. Lo que tú sientes es importante.

Desde la aceptación y la compasión por ti misma, te invito a que escribas sobre el sufrimiento que te causan esos sentimientos y creencias limitantes adquiridas sobre ti misma y sobre el mundo. Sin filtros, solo déjalo salir. Lo que escribas es solo para ti. Reconocer y aceptar este dolor es el primer paso para la sanación; por el contrario, la negación del mismo, el pensar "todo está bien", solo crea más sufrimiento.

Preguntas para considerar cuando escribas:

  1. Describe tus pensamientos limitantes, roles asignados, etc. Escribe sobre cómo te hacen sentir. Libera tu enfado, tristeza, rabia... plasma en el papel todo aquello que necesitas sacar.
  2. ¿Cuáles son los comportamientos, decisiones y otras afecciones fruto de esta pauta de pensamientos limitantes?
  3. Crea un plan de acción para sanar estos sentimientos. Es fundamental que pidas la ayuda de un profesional.

¡Que tengas una maravillosa vida!💗

Este blog se fundamenta en mis experiencias personales y en cómo mi infancia ha influido en mi vida, así como en mi actual búsqueda de crecimiento personal. Aunque este contenido puede equipararse al de un profesional de la salud mental, es importante tener en cuenta que no soy uno. Si crees que estás enfrentando problemas mentales o emocionales, te recomiendo encarecidamente que busques ayuda profesional. Personalmente, cuento con una terapeuta excepcional que me brinda un gran apoyo en este proceso que comparto contigo.
Este blog es una exposición de mis percepciones y opiniones personales; por lo tanto, no tiene la intención de brindar ningún tipo de tratamiento o terapia.


8 jul 2024

Cómo Afrontar Epocas Difíciles


Hay días que son especialmente difíciles. ¿Qué debemos hacer cuando todo parece ponerse en nuestra contra?

Esta mañana me desperté con los vientos huracanados de Berty. Ya sabíamos que vendría, por lo que ayer tomamos precauciones: retiramos todo lo que pudiera salir volando, compramos agua y preparamos los generadores por si perdíamos electricidad. A pesar de estos preparativos, el huracán, con vientos de hasta 100 km/h, nos ha dejado sin luz, derribó la valla del jardín y rompió una sombrilla. Aparte de eso, lo demás son tareas de limpieza y reconstrucción que requerirán trabajo; pero lo más importante es que estamos bien.

Seguidamente, noté que familiares y amigos nos habían escrito para saber cómo estábamos. Entre los múltiples mensajes, encontré uno de mi tía Salud, con quien tengo una relación muy cercana. Para mi sorpresa, me decía que estaban en el hospital, que habían tenido que intervenir a mi tío de emergencia. Por supuesto, esto me dejó muy preocupada y triste.

Un rato más tarde, llamé a mis suegros pasa saber de  mi hijo, que está con ellos pasando las vacaciones de verano. Durante la conversación, mi siegro me dijo que otro familiar está hospitalizado por neumonía. ¡Qué día! También llamé a este familiar para saber de ella. Afortunadamente, está bien, pero aún ingresada.

Lo cierto es que no me encuentro bien hoy. Siento que el huracán ha pasado por mi casa y mi corazón. Me siento abatida y cansada.

En estas circunstancias, cuando todo parece ir mal, suele haber tres tipos de personas: las que enseguida se ponen a trabajar para arreglar los desperfectos, moviendo cielo y tierra para solucionarlo todo, lo cual crea muchísima ansiedad y, si las cosas no salen como quieren, también frustración. Por otro lado, están las personas que se autocompadecen y se deprimen, creando grandes sentimientos de impotencia y dolor que no llevan a ningún lugar. Sin embargo, hay un tercer grupo: las personas que piensan que lo más importante es que estamos todos bien. Estas personas entienden que estos son momentos para ser paciente y dejar que el tiempo pase. Mejores tiempos llegarán.

Por supuesto, es fundamental trabajar en la dirección de la recuperación en todos los sentidos y ofrecer ayuda a los familiares que lo necesiten, pero todo con calma y a su debido tiempo. Este debido tiempo es cuando amaina la "tormenta", cuando las cosas vuelven a estar tranquilas en tu vida y tu te sientes con los animos de volver a trabajar por recuperarte. Este tiempo pueden ser dias, semanas o meses, dependiendo de la situacion y del nivel de afeccion que te haya provocado. Pero siempre, siempre, hay que empezar a actuar cuando estes preparada para ello, nunca antes. Piensa que el descanso y la tranquilidad durante tiempos dificiciles, es una manera de retomar fuerzas para cuando llegue el momento de actuar. 

Hoy, para mí, es un día para estar tranquila, esperar a que pase la "tormenta" en todos los sentidos. Cuando salga el sol, veré mucho más claro cómo puedo ayudar a mis familiares y cómo llevar a cabo las reparaciones que necesita mi casa, pero no sera hoy. Hoy tengo que ser compasiva conmigo misma, esta siendo un dia duro y necesito tiempo para asimilarlo y para pensar un plan de accion; siempre desde la tranquilidad y el amor propio. 

Que nada ni nadie perturbe tu paz interior.

¡Que tengas una maravillosa vida!💗

Este blog se fundamenta en mis experiencias personales y en cómo mi infancia ha influido en mi vida, así como en mi actual búsqueda de crecimiento personal. Aunque este contenido puede equipararse al de un profesional de la salud mental, es importante tener en cuenta que no soy uno. Si crees que estás enfrentando problemas mentales o emocionales, te recomiendo encarecidamente que busques ayuda profesional. Personalmente, cuento con una terapeuta excepcional que me brinda un gran apoyo en este proceso que comparto contigo.
Este blog es una exposición de mis percepciones y opiniones personales; por lo tanto, no tiene la intención de brindar ningún tipo de tratamiento o terapia.